En artículos anteriores sobre el coco ofrecimos información sobre sus propiedades y la manera en que garantizamos que el coco sea de primera calidad. No se pierda este segundo artículo si desea saber más sobre cómo nuestro proceso de producción garantiza los mejores medios de cultivo para los productores.
En este último artículo explicaremos el impacto ambiental del coco que usamos en los productos de BVB Substrates. Nos centraremos en el consumo de agua durante el proceso de producción.
Sostenibilidad
La preparación del coco para uso en medios de cultivo consume mucha agua. El agua se utiliza tanto para lavar como para amortiguar el coco.
Cuando recibimos el coco de los productores asiáticos, ya ha sido sometido a lavado, secado y comprimido allí. A fin de prepararlo adecuadamente para los medios de cultivo, lo trasladamos a nuestra fábrica ubicada en los Países Bajos, donde lo expandimos, lo amortiguamos y lo lavamos.
Ahorro de agua
Si bien nuestros proveedores de India también lavan el coco, antes se ocupaban de todo el proceso de amortiguación. En Kekkilä-BVB nos dimos cuenta de que consumían mucha más agua de la necesaria porque no contaban con instalaciones de producción modernas, así que decidimos actuar. Creamos entonces un proceso de producción optimizado en los Países Bajos y trasladamos parte del proceso de amortiguación a nuestras plantas de producción. Así logramos un proceso más eficiente. Además, redujimos el impacto ambiental y disminuimos la cantidad de agua usada para preparar el coco. En algunos tipos de coco, podemos ahorrar hasta un 30 % de agua. El porcentaje depende también de la forma en que los proveedores nos entregan la materia prima. En líneas generales, ahorramos un 10 % de agua en todo el proceso de producción.
Reutilización del agua
Gracias a la forma en que procesamos el coco no solo ahorramos agua, sino que garantizamos un uso responsable y la reutilizamos en parte. Kekkilä-BVB puede reutilizar hasta dos tercios del agua usada en el proceso de lavado y amortiguado.
En los lugares de cosecha, el agua que no se usa para lavar y amortiguar se suele verter en la plantación. Aparentemente no es malo: los árboles de la plantación necesitan agua, ¿no? Darles agua a los árboles es beneficioso, pero aumenta de forma considerable la salinidad de la tierra por las sales provenientes del lavado del coco. Esto afecta a la calidad del agua subterránea y al crecimiento de las plantas de la zona. Además, eleva el contenido de sal de los nuevos cocos que crecen en esos árboles. Por consiguiente, se necesitará una mayor cantidad de agua para lavar la próxima cosecha de coco.
Asimismo, las finas partículas de coco que quedan en esa agua forman una capa superficial sólida sobre la tierra, lo que provoca una falta de oxígeno en el suelo.
Podemos afirmar, entonces, que el traslado de parte del proceso que utiliza agua a los Países Bajos disminuye el impacto ambiental en India y en Sri Lanka.
